El FC Barcelona fue eliminado de la Europa League el pasado jueves, y este domingo volvió a caer en LaLiga ante el Almería, en un partido muy pocas veces visto por parte de los azulgranas, incapaces de crear peligro ante un rival inferior. Lo que es peor es que desaprovecharon una oportunidad única para dejar sentenciado el título del campeonato doméstico y es que de haber ganado la distancia con los blancos hubiera sido de más 10 puntos.

Ahora son solo 7 puntos de diferencia, un partido entre ambos pendientes, y la sensación de que el Barcelona flojea cuando se le exige. Así ocurrió ante el United en Europa, siendo eliminados, y en LaLiga con todo a favor para dejar sentenciado el torneo.

Un factor determinante son las bajas de Pedri y Dembélé, sin los que se les nota más espesos a los azulgranas, además de la pérdida de efectividad de Lewandowski. Al polaco no le acompaña la suerte y lo que es peor, no tiene recambio en la plantilla ni nadie que pueda complementarle en ataque.

La próxima jornada, el Barcelona recibe a un Valencia que sueña con dar la campanada en el Camp Nou, en uno de los partidos destacados del boleto de La Quiniela.

El Real Madrid, que dio por perdido el título tras empatar con el Atlético, recortó finalmente un punto con los azulgranas, por lo que sigue en la pelea por el título.