El Real Oviedo ha vuelto a la Primera División del fútbol español tras 24 años de ausencia, gracias a una noche mágica en el Carlos Tartiere que quedará grabada en la memoria de la afición carbayona. El conjunto asturiano, con la eliminatoria cuesta arriba tras el 0-2 en el global contra el Mirandés, supo remontar el partido y la historia para devolver al club a la élite.
Una noche de sufrimiento y remontada
El partido comenzó con el Mirandés defendiendo su ventaja de la ida, mientras el Oviedo buscaba desde el primer minuto el gol que devolviera la esperanza a su afición. Sin embargo, el primer tiempo fue de nervios y pocas ocasiones claras, pese a todo, el club visitante logró adelantarse por medio de Panichelli. Todo cambió en el minuto 38, cuando el árbitro señaló penalti a favor del Oviedo tras una mano de Alberto Reina en el área. Santi Cazorla, el niño de 40 años y símbolo del club, asumió la responsabilidad y marcó el tanto del empate, desatando la locura en las gradas y cambiando por completo el devenir del encuentro.
El gol de Cazorla no solo empató el marcador, sino que inyectó ánimo y confianza al equipo, que salió a la segunda parte con el firme propósito de remontar la eliminatoria. El esfuerzo se materializó pronto: Ilyas Chaira aprovechó un balón suelto en el área para batir a Raúl Fernández y poner el 2-1 en el marcador, dejando la eliminatoria en tablas y obligando al Mirandés a buscar el gol de la victoria.
La prórroga y el golazo de Portillo
El partido llegó a la prórroga con el ambiente del Tartiere al rojo vivo. El cansancio empezó a hacer mella en ambos equipos, pero el Oviedo, espoleado por una afición que no dejó de empujar, encontró la recompensa en el minuto 103. Portillo, el señor de los ascensos, recibió el balón dentro del área y, de media vuelta, remató con potencia para marcar el 3-1 definitivo, el gol que inclinó la balanza y selló el regreso del Oviedo a Primera.
El factor Cazorla y el sueño cumplido
Santi Cazorla fue, sin duda, el héroe de la noche. Su gol del empate y su liderazgo en el campo cambiaron el partido y dieron alas a sus compañeros. “Cazorla cambia un partido en cinco minutos, transmite tranquilidad y control de la situación”, comentaron los aficionados tras el encuentro. El veterano centrocampista se convirtió en el símbolo de una generación que nunca había visto al Oviedo en Primera y que, por fin, podrá disfrutar del fútbol de élite en la capital asturiana.
Esta próxima jornada, el boleto de La Quiniela, contará con los octavos de final del Mundial de Clubes y la Liga de Suecia. Disfruta del mejor fútbol este verano.