El debut de Xabi Alonso en el banquillo del Real Madrid en el Mundial de Clubes 2025 dejó sensaciones encontradas tras el empate ante el Al Hilal. El partido ante Pachuca, considerado el pleno al quince de La Quiniela del fin de semana, se convierte en una prueba de fuego para el técnico vasco, que debe afinar múltiples aspectos de su equipo para no quedarse fuera de la lucha por el título.

Cambio de sistema y adaptación táctica

Xabi Alonso apostó en su estreno por un 4-3-3 clásico, buscando maximizar el potencial de un equipo con bajas y nuevas incorporaciones como Dean Huijsen y Trent Alexander-Arnold. Sin embargo, el Madrid mostró desajustes en la presión y la transición defensiva, lo que permitió al Al Hilal generar peligro y forzar el empate. Alonso ha insistido en que quiere un equipo compacto, que presione alto y recupere el balón rápidamente, pero el mensaje aún no ha calado del todo en la plantilla.

El reto ante Pachuca pasa por consolidar una estructura defensiva más sólida y evitar los errores individuales que costaron puntos ante los saudíes. Además, el técnico debe decidir si mantiene el 4-3-3 o explora otras alternativas, como el 3-4-3 que empleó en el Bayer Leverkusen, aunque la plantilla actual parece más adaptada a la primera opción.

El rol de Jude Bellingham: clave para el éxito

Uno de los grandes debates del Madrid de Xabi Alonso es el papel de Jude Bellingham. El inglés, que llegó al club como mediocampista ofensivo y terminó la temporada anterior como uno de los máximos goleadores, ahora debe adaptarse a un rol más de centrocampista puro, con mayor responsabilidad en la salida de balón y el equilibrio del equipo.

Alonso ha dejado claro que quiere a Bellingham en el centro del campo, pero buscando la posición exacta donde pueda explotar su llegada al área sin descuidar la construcción del juego. El técnico reconoce que el jugador tiene la capacidad de abarcar mucho terreno, pero necesita disciplina y encontrar el punto de partida ideal para ser eficiente y decisivo.

El reto ante Pachuca será encontrar el rol perfecto para Bellingham, que permita al Madrid controlar el centro del campo y crear más ocasiones de gol, algo que no consiguió ante el Al Hilal.

Mejoras en la presión y el equilibrio colectivo

Xabi Alonso ha señalado que el Madrid perdió el balón demasiado rápido en la primera parte ante el Al Hilal, lo que abrió el partido y generó peligro defensivo. El técnico pidió a sus jugadores más pausa y control en la posesión, algo que mejoró en la segunda parte pero no fue suficiente para lograr la victoria.

Ante Pachuca, el objetivo es mantener el equilibrio entre presión alta y control del juego, evitando la anarquía y la improvisación que han lastrado al equipo en los últimos tiempos. Alonso necesita que el Madrid sea un bloque compacto, que presione de forma coordinada y recupere el balón en cuanto lo pierda, sin dejar espacios entre líneas.

El papel de los nuevos fichajes y los canteranos

El debut de Dean Huijsen fue una de las pocas buenas noticias del estreno de Alonso. El central español mostró solidez y personalidad, y apunta a ser titular indiscutible en la defensa madridista. Trent Alexander-Arnold, por su parte, fue de menos a más y deberá afianzarse en el lateral derecho, donde compite con Dani Carvajal.

En ataque, Gonzalo García aprovechó la ausencia de Mbappé para marcar y reclamar más oportunidades. El canterano fue el mejor del Madrid ante el Al Hilal y aspira a consolidarse como alternativa real en la delantera. Xabi Alonso debe seguir confiando en los jóvenes y en los nuevos fichajes para dar frescura y profundidad al equipo.

Pachuca, el pleno al quince de La Quiniela

El duelo ante Pachuca se convierte en el partido clave del fin de semana, no solo para el Real Madrid, sino también para los aficionados que siguen la Quiniela. El Mundial de Clubes, con su nuevo formato de 32 equipos, es el gran protagonista y cualquier resultado inesperado puede desequilibrar las apuestas.

Xabi Alonso tiene la oportunidad de corregir los errores del debut y demostrar que el Madrid está en el camino correcto. El reto es claro: mejorar la presión, afinar el sistema, encontrar el rol perfecto de Bellingham y confiar en los jóvenes para seguir avanzando en el torneo.