El inicio de Xabi Alonso al frente del Real Madrid en el Mundial de Clubes ha estado marcado por la capacidad del técnico para cambiar el guión sobre la marcha y tomar decisiones que han mejorado de forma tangible el rendimiento del equipo. En apenas dos partidos, Alonso ha mostrado flexibilidad táctica, lectura del juego y una gestión de grupo que ya empieza a dejar huella en la plantilla blanca.

Un debut con dudas y una reacción inmediata

El empate ante Al Hilal en el estreno supuso un toque de atención inesperado. El Madrid mostró carencias en la presión y en la organización, y el propio Xabi reconoció tras el partido que el equipo necesitaba más pausa y control tanto con balón como sin él. “Todo lleva su tiempo. Solo han sido tres entrenamientos”, admitió, consciente de que el margen de mejora era amplio y que la urgencia de la competición no permitía esperar.

Cambios clave y un Madrid más reconocible

En el segundo partido, ante Pachuca, Alonso no dudó en introducir variantes sustanciales. Apostó por Arda Güler como titular en un 4-4-2, buscando mayor control en el centro del campo y aprovechando la visión del turco, que ya había cambiado la dinámica en la segunda parte del debut. La expulsión temprana de Asencio obligó a Xabi a rehacer el plan, retrasando a Tchouaméni a la defensa, moviendo a Gonzalo a la banda izquierda y situando a Vinicius como delantero centro. Estas modificaciones, lejos de debilitar al equipo, lo hicieron más sólido y peligroso, logrando una victoria convincente pese a jugar con diez desde el minuto 7.

El equipo mostró carácter, fluidez y un juego colectivo más reconocible, con combinaciones al primer toque y una presión más organizada. La gestión de los roles ofensivos y la confianza en jóvenes como Güler y Gonzalo García evidencian la apuesta de Xabi por un Madrid dinámico y moderno.

Un entrenador que lee el partido y mejora al equipo

Cada decisión de Xabi Alonso en estos dos partidos ha tenido un impacto positivo. Desde la apuesta por una defensa más adelantada —rompiendo con el bloque bajo de la era Ancelotti— hasta la capacidad de adaptarse a la inferioridad numérica, el técnico ha demostrado que sabe ajustar sobre la marcha y sacar el máximo de sus jugadores. El propio vestuario reconoce el aire renovado y los métodos modernos que ha traído Alonso, con entrenamientos más personalizados y enfocados al fútbol contemporáneo.

Esta próxima jornada de La Quiniela, el boleto contará con los mejores partidos del Mundial de Clubes, que está en la fase de octavos, y la Liga de Suecia.