Xabi Alonso ha conseguido recuperar al mejor Vinicius, ese futbolista desequilibrante y determinante que tanto necesita el Real Madrid. La prueba más evidente llegó en el duelo ante el Red Bull Salzburgo en el Mundial de Clubes, donde el brasileño lideró con su magia la victoria del equipo merengue, marcando un gol y regalando una asistencia de tacón que recordó a la legendaria de Guti en Riazor.

CLAVE PARA CERTIFICAR LOS OCTAVOS

En un partido clave para la clasificación a octavos de final, Vinicius emergió como el jugador más decisivo. El primer tanto llegó tras una acción individual brillante: recibió un pase profundo de Bellingham, se desmarcó hacia el centro y, con un disparo raso y cruzado, superó al portero austriaco. Pocos minutos después, tras un rebote, el brasileño regateó dentro del área y con un taconazo dejó el balón servido para que Valverde firmase el 0-2. Su actuación fue la chispa que necesitaba un Madrid que, en los partidos anteriores del torneo, había mostrado cierta falta de inspiración en ataque.

LÍDER SIN MBAPPÉ EN EL CÉSPED

Xabi Alonso ha sabido reconectar con Vinicius, devolviéndole la confianza y el protagonismo que le habían faltado en los últimos meses. Tras una temporada irregular y alejado de su mejor versión, el técnico ha logrado que el brasileño vuelva a ser el incordio constante para las defensas rivales y el referente ofensivo del equipo. Su impacto en el partido fue tal que, con su gol y asistencia, sentenció la victoria y el liderato del grupo, permitiendo al Madrid evitar al Manchester City en la siguiente ronda y enfrentarse a la Juventus en octavos de final.

Ahora, con Vinicius en plena forma, el Real Madrid apunta alto ante la Juventus en el próximo duelo eliminatorio. El brasileño ha recuperado su status de jugador diferencial y, bajo la dirección de Xabi Alonso, se perfila como la gran baza blanca para seguir avanzando en el Mundial de Clubes y soñar con el título.

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