La nueva temporada del Barcelona pone el foco en Hansi Flick y la capacidad del técnico alemán para desafiar una de las tendencias estadísticas más marcadas a lo largo de su carrera: la dificultad para mantener el altísimo rendimiento de sus equipos en las segundas campañas. Tras un primer curso fulgurante, donde brilló con títulos y un fútbol arrollador, el reto de Flick consiste en mantener la regularidad, la presión alta y el hambre competitivo en un vestuario que ya empieza a conocer su método.
Los antecedentes: un primer año de récord, segundas vueltas más terrenales
Tanto en el Bayern de Múnich como en su etapa más reciente —incluido el inicio en Barcelona— Flick ha demostrado una aterradora eficacia inicial. En su primera temporada completa en el Bayern, promedió 2,78 puntos por partido, ganó el triplete (Bundesliga, Copa y Champions) y rompió todos los récords, incluyendo una racha de 23 victorias consecutivas. Sin embargo, en su segunda campaña, si bien siguió ganando títulos, el equipo bajó el ritmo: el promedio descendió a alrededor de 2,35 puntos por partido, sufriendo más derrotas y mostrando menos contundencia goleadora.
Esta tendencia se repitió en la selección alemana, donde tras una fase de clasificación perfecta para el Mundial, los resultados y el rendimiento global se resintieron en la Nations League y los amistosos posteriores, algo que terminó costándole el puesto antes de la Eurocopa 2024.
En Barcelona, el primer año de Flick se cerró con 42 victorias en 57 partidos y la consecución de grandes títulos como la Supercopa de España y la Copa del Rey, además de una clara supremacía frente al Real Madrid en los Clásicos. La receta: presión alto, amplitud y verticalidad. El reto para el curso 25/26 será doble: mantener la frescura del inicio, gestionar las rotaciones y evitar la relajación psicológica que suele afectar a los equipos tras el “boom” inicial de un nuevo ciclo.
Factores clave para romper la estadística
Rotaciones inteligentes: Flick deberá dosificar recursos para evitar el desgaste físico y mental que afectó a sus equipos en ciclos anteriores.
Competencia interna: Apostar por canteranos como Dro, Jofre Torrents y otros jóvenes, oxigenando el grupo y haciendo que nadie tenga el puesto asegurado.
Reinvención táctica: Mantener la capacidad de sorprender, con variantes en ataque y defensa, apostando por fórmulas personalizadas según rival y competición.
Gestión emocional: Muy importante en una plantilla joven con hambre de títulos pero también bajo presión mediática.
Barcelona vs Mallorca: partido destacado del boleto de La Quiniela
La temporada arranca con un Barcelona–Mallorca que será uno de los grandes choques del boleto número 1 de La Quiniela, programado para el fin de semana del 16-17 de agosto de 2025. Será la primera cita de máxima exigencia para medir la continuidad del “efecto Flick” tras un verano intenso de preparación. El Mallorca de Arrasate llega lanzado, peleando por puestos europeos, y con eficacia tanto en casa como fuera, lo que anticipa un duelo muy igualado.
Con los azulgranas defendiendo imbatibilidad reciente y Mallorca buscando dar la sorpresa, La Quiniela presenta este enfrentamiento como uno de los más difíciles de pronosticar, reflejando que cualquier exceso de confianza puede pagarse caro en el arranque liguero. Para Flick, tres puntos supondrían no solo iniciar con éxito la defensa del título, sino también un espaldarazo para afianzar el proyecto y demostrar que la estadística de sus segundos años está para romperse.