El Villarreal se presenta en esta quinta jornada de LaLiga con un sabor agridulce y es que todo lo que comenzó como un cuento de hadas se ha ido transformando en una pesadilla a la que Marcelino pretende poner fin este sábado.
DOS TROPIEZOS CONSECUTIVOS
Los castellonenses vienen de caer ante el Atlético de Madrid, y previamente no pudieron con el Celta, con los que firmaron las tablas a un gol. Es decir, que tras comenzar arrollando ante Oviedo y Girona, el club amarillo suma dos tropiezos de forma consecutiva que les han alejado de los puestos de cabeza.
Aunque estamos al inicio del curso y no hay motivos para hacer saltar las alarmas, Marcelino no quiere repetir lo sucedido el pasado curso, cuando estuvieron varias jornadas siguiendo la estela de Real Madrid y Barcelona, para terminar siendo superados por Atlético y Athletic, teniendo que remar en el tramo final del curso para asegurar la quinta plaza.
OSASUNA, PRÓXIMO RIVAL
Pese a que no tuvieron complicaciones, una pájara similar aunque algo más avanzado el curso, les privó de terminar entre los cuatro primeros y meter presión a los de arriba. El próximo rival, Osasuna, es asequible pero hay que contar con el factor cansancio tras el duelo del pasado martes ante el Tottenham.
Ganar es una obligación para el Villarreal, que busca una reacción en casa para volver a estar en la zona alta.