El Valencia CF atraviesa uno de los momentos más delicados de la etapa reciente. Los de Carlos Corberán no levantan cabeza: suman cuatro derrotas y un empate en las últimas cinco jornadas, y su última derrota, un incontestable 4-0 frente al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, ha terminado por hundirlos en los puestos de descenso tras once jornadas de Liga.
Una imagen preocupante y urgencia de reacción
El Valencia ofreció una versión apática y superada de principio a fin ante el conjunto de Xabi Alonso. Apenas un tiro a puerta, muchos errores defensivos y poca rebeldía en un equipo que parece haber perdido el alma sobre el césped. Corberán admitió tras el choque: “Hoy hemos estado por debajo del partido, no hemos competido […] y queremos defender el escudo de la mejor manera”.
Con seis partidos sin ganar (cuatro derrotas y dos empates), el equipo che se muestra como uno de los más débiles de la competición: solo dos victorias en once jornadas y la friolera de 20 goles encajados, la segunda peor defensa de Primera después del Girona. El runrún en la grada apunta a un temor creciente de vivir otra temporada de sufrimiento, con dinámicas similares a la caótica campaña anterior.
Próxima estación: Mestalla espera un milagro ante el Betis
La presión será máxima este fin de semana cuando el Betis visite Mestalla, en uno de los partidos destacados del boleto de La Quiniela. La urgencia por sumar de tres es absoluta si el Valencia quiere tomar aire antes del parón internacional y calmar una situación que amenaza con volverse insostenible.
Corberán, quien ya rescató al equipo del pozo la pasada campaña, encara uno de los retos más exigentes de su trayectoria. La afición, hastiada de excusas, espera una reacción inmediata y una identidad clara para salir del peligro.