Los de Xabi Alonso, obligados a ganar para no perder el tren de LaLiga, reciben a un conjunto hispalense que no puntúa en el Paseo de la Castellana desde 2021. Un duelo de altura entre dos históricos con realidades opuestas, pero con la misma necesidad de reivindicarse.
Fran González/ LaQuiniela.es
El Santiago Bernabéu se viste de gala esta noche para uno de esos partidos que huelen a historia y a cuentas pendientes. El Real Madrid recibe al Sevilla FC en un duelo donde el margen de error para los locales se ha reducido a la mínima expresión. Con el Barcelona marcando un ritmo infernal, los blancos saben que cualquier tropiezo en casa puede ser letal para sus aspiraciones al título.
Xabi Alonso, consciente de la presión, buscará imponer la ley de su estadio ante un rival que, aunque lejos de sus mejores años, siempre llega a Chamartín con ganas de marcha. La historia reciente, sin embargo, juega a favor de los merengues: el Sevilla no sabe lo que es sacar algo positivo del coliseo blanco desde aquel empate a dos en 2021, un dato que escuece en Nervión y que motiva en la capital.
De la Champions a la supervivencia: la metamorfosis sevillista
Mucho ha llovido desde aquella última visita fructífera. Por aquel entonces, el Sevilla era un fijo en la zona Champions, un equipo que miraba a los ojos a los grandes sin pestañear. Hoy, la realidad hispalense es bien distinta. Lejos de la pelea por el «Big Four», el conjunto andaluz lucha por encontrar una identidad perdida y alejarse de zonas pantanosas, con una temporada de altibajos que ha sembrado dudas en su proyecto.
Aun así, un animal herido siempre es peligroso. El Sevilla llega a Madrid sin nada que perder y mucho que ganar. Hurgar en la herida de un Real Madrid presionado sería el bálsamo perfecto para curar sus propios males y dar una alegría a una afición necesitada de noches grandes. Vienen de ganar por goleada a un Real Oviedo hundido y con ganas de pescar como ya hiciera el Celta hace dos jornadas.
Mbappé y la pegada como antídoto
Para evitar sorpresas, el Madrid se encomendará a su tridente y a la figura de un Kylian Mbappé que ya sabe lo que es ser decisivo en estos choques. La clave estará en si la defensa sevillista, a menudo frágil esta campaña, puede contener el vendaval ofensivo que se le viene encima.
Es uno de los partidos más atractivos del boleto de La Quiniela. Un choque de estilos, de necesidades y de orgullo. El Madrid no puede fallar; el Sevilla sueña con volver a hacerlo.