El Girona está recuperando su mejor versión y lejos de pensar de nuevo en el objetivo de antaño, que era la permanencia, recupera sensaciones para tener a tiro la sexta plaza.

Con su última victoria ante el Alavés, partido destacado del boleto de La Quiniela, suma dos triunfos consecutivos que le han permitido a los de Michel alcanzar la séptima plaza con 28 puntos, dos por debajo del RCD Mallorca, que ocupa la última posición que da acceso a Europa.

Bagaje realmente positivo tras haber tenido que competir por primera vez en Champions, con todo lo que supone y que obliga a dosificar efectivos. Pese a todo ya se está en disposición de terminar en el top6 de LaLiga dado que resta toda una vuelta por disputarse.

La próxima jornada, el equipo catalán recibe a un Sevilla en horas bajas, y de ganar metería mucha presión al conjunto balear, que regresa a la competición doméstica tras su participación en la Supercopa de España.

MANTENER REGULARIDAD ES LA CLAVE

Las cosas serían muy diferentes de haber tenido cierta regularidad el equipo, sobre todo en Montilivi. Y es que lo que antes era un feudo inexpugnable, en lo que llevamos de curso, han sacado puntos muchos conjuntos. Después de la irregularidad inicial, parece que Míchel ha encontrado la balanza, 2 victorias consecutivas y se busca la tercera.