El Espanyol afronta una dramática última jornada de LaLiga tras una preocupante caída de rendimiento en el tramo final de la temporada. El equipo de Manolo González, que semanas atrás llegó a tener a tiro los puestos europeos, se ha visto arrastrado a la lucha por la salvación y se jugará la permanencia en Primera División en su estadio ante una UD Las Palmas ya descendida, en uno de los partidos destacados del boleto de La Quiniela.

De la ilusión europea al miedo al descenso

El Espanyol llegó a la recta final del campeonato con opciones reales de pelear por Europa, pero una racha negativa de resultados ha cambiado por completo el escenario. Los blanquiazules acumulan cinco derrotas consecutivas, la última ante Osasuna en El Sadar (2-0), en un partido donde volvieron a desperdiciar claras ocasiones de gol y mostraron falta de acierto en los metros finales. Este desplome ha impedido que el equipo certificara su permanencia matemática, pese a haber gozado de varias oportunidades para lograrlo.

La situación antes de la última jornada

A falta de un solo partido, el Espanyol ocupa la 17ª posición con 39 puntos, dos por encima del Leganés (37), el único equipo que puede arrebatarle la salvación. La ecuación es clara: si el Espanyol puntúa ante Las Palmas en Cornellá, será equipo de Primera una temporada más, independientemente de lo que haga el Leganés frente al Valladolid. Solo una derrota ante el conjunto canario, unida a una victoria pepinera, enviaría a los pericos a Segunda División.

El rival: Las Palmas, juez del descenso

La UD Las Palmas llega a la cita ya descendida, pero con el objetivo de cerrar la temporada con buena imagen y defendiendo el prestigio de la competición. El Espanyol, por tanto, no puede confiarse ante un rival sin presión, pero que querrá despedirse con dignidad.

Un final inesperado y mucha presión

El Espanyol ha pasado en pocas semanas de mirar hacia arriba a tener que jugarse la vida en casa. La presión será máxima en Cornellá, donde la afición espera una reacción del equipo para evitar un descenso que hace solo un mes parecía improbable. El propio Manolo González ha insistido en que el equipo depende de sí mismo y que solo deben centrarse en su partido, sin mirar lo que ocurra en otros campos.