El Athletic Club atraviesa un momento delicado. La derrota en San Mamés ante el Getafe (0-1) confirmó una tendencia preocupante y evidenció que el equipo de Ernesto Valverde no atraviesa su mejor momento. Solo una victoria en los últimos cinco partidos deja a los bilbaínos fuera de los puestos europeos y con más dudas que certezas en su juego.

De aspirar a Champions a estar fuera de Europa

La temporada pasada fue inolvidable: el Athletic se coló entre los grandes gracias a una campaña sólida, con intensidad, equilibrio y un fútbol efectivo. Sin embargo, este curso el equipo parece un reflejo intermitente de aquella versión. La derrota ante los azulones fue prueba de ello: sin ideas, con un juego trabado y sin la energía que solía hacer del “efecto San Mamés” su mejor arma.

El tanto de Borja Mayoral, en el minuto 75, castigó una nueva desconexión defensiva y dejó en evidencia el principal problema del Athletic: la falta de gol. Apenas nueve tantos en diez jornadas ilustran el bajón ofensivo de los leones, en comparación con el rendimiento del curso anterior.

Valverde busca soluciones

El propio Unai Simón, tras el partido, fue contundente: “No hicimos el juego que queríamos”. Sus palabras resumen el sentimiento general en Bilbao, donde la afición empieza a mostrar impaciencia. Valverde, por su parte, ha insistido en la necesidad de recuperar la verticalidad y el ritmo que tanto caracterizó a su equipo.

Solo una victoria en los últimos cinco encuentros es un registro impropio del nivel que mostró el Athletic cuando peleaba por los puestos de Champions. La falta de regularidad, los altibajos en el rendimiento individual y la ausencia de un líder claro en ataque están lastrando las aspiraciones rojiblancas.

El derbi vasco: el examen definitivo

El calendario no da respiro y la próxima jornada presenta el desafío más emocional del curso: el derbi vasco ante la Real Sociedad en el Reale Arena, el partido por excelencia del norte y, además, el encuentro que decidirá el pleno al quince de La Quiniela.

El duelo llega en un momento clave para los leones, que deben reaccionar si no quieren distanciarse definitivamente de los puestos europeos. Más allá de la rivalidad histórica, el choque servirá como termómetro para medir si el Athletic tiene aún capacidad de respuesta o si la caída de rendimiento es más profunda de lo esperado.

Recuperar el espíritu competitivo

El Athletic necesita volver a sus raíces: presión alta, transiciones rápidas y ese espíritu combativo que siempre lo ha definido. San Mamés y su afición conservan la fe, pero saben que la reacción debe comenzar ya. El derbi es más que un partido: es una oportunidad de salvar el orgullo, recobrar confianza y reconectar con la identidad que hizo grande al club.

En un curso donde la irregularidad ha sustituido a la solidez, Valverde y sus jugadores están obligados a demostrar que este bache es circunstancial y no estructural. El Reale Arena dictará sentencia.