Eduardo Camavinga está de enhorabuena y es que poco a poco se está haciendo con un sitio en el once del Real Madrid. Empezó ganado la batalla por el lateral zurdo a los dos carrileros naturales del equipo, Ferland Mendy y Fran García, pero la lesión de Tchouaméni le ha abierto las puertas de la titularidad como pivote defensivo.

El ex del Rennes muestra una versión excelsa en dicha demarcación, y es que en los dos últimos partidos se le ha visto en su versión prime. En las tres últimas jornadas, el centrocampista internacional francés ha vuelto a la que es un posición natural y ha ofrecido un altísimo rendimiento. Fue de los mejores ante el Rayo, pese al pinchazo del equipo, repitió ante el Braga con un partidazo y lo volvió a hacer ante el Valencia, firmando un duelo descomunal.

Y es que a diferencia de Tchouaméni, que es mucho más conservador en el juego y menos ofensivo, Camavinga aporta mucho más desparpajo y sale mucho más al contragolpe aprovechando su calidad con el balón en los pies. Si bien es cierto, la apuesta del segundo es mucho más arriesgada y por eso presenta un menor porcentaje de pases acertados, del 85% por el 93% del ex del Mónaco.

A diferencia del miedo de Ancelotti a utilizar al francés en el «5», después de aceptar jugar como lateral zurdo y conseguir la titularidad ante los dos carrileros naturales, ahora Camavinga ha convencido a Carletto para la medular. Y lo que es mejor, el Real Madrid lo agradece.

Después del parón seguirá teniendo oportunidades para mostrar su talento y su valía en el pivote, y es que su principal rival y competidor por el puesto todavía tendrán que estar algún tiempo más en el dique seco.

Recuerda que esta jornada, fútbol de selecciones y LaLiga Hypermotion se juegan en La Quiniela.