El Deportivo Alavés ha certificado su permanencia en Primera División tras imponerse por 0-1 al Real Valladolid en la penúltima jornada de LaLiga, partido destacado del boleto de La Quiniela, culminando así la gran labor de Eduardo ‘Chacho’ Coudet al frente del banquillo babazorro. El técnico argentino, que asumió el reto en un contexto de máxima exigencia, ha conseguido el objetivo con una gestión eficaz y una notable mejora en el tramo decisivo del campeonato.

Victoria clave en Valladolid

El triunfo en el José Zorrilla, gracias a un gol de penalti de Kike García en el minuto 18, fue suficiente para asegurar la continuidad del Alavés en la máxima categoría. El equipo vitoriano dominó el partido, mostrando solidez defensiva y personalidad ante un Valladolid ya descendido, pero que quería despedirse de su afición con una alegría. Kike García, que firmó su decimotercer tanto en LaLiga, volvió a ser decisivo desde los once metros, manteniendo su pleno de aciertos en penaltis esta temporada.

Gestión de la presión y regularidad en el tramo final

Coudet ha sabido manejar la presión en una recta final de temporada marcada por la irregularidad y la necesidad de sumar puntos en partidos clave. En los últimos diez encuentros, el Alavés sumó cuatro victorias y tres empates, resultados que permitieron al equipo mantenerse fuera del descenso pese a algunos tropiezos ante rivales directos. El técnico argentino destacó la importancia de contar con dos jornadas en casa en el último tramo y se apoyó en la afición para lograr el impulso necesario hacia la salvación.

Mejoras defensivas y solidez

Uno de los aspectos más destacados bajo la dirección de Coudet ha sido la mejora defensiva. El equipo ha encajado menos goles en las últimas jornadas, lo que se ha traducido en resultados positivos y en la tranquilidad necesaria para afrontar los duelos más exigentes. La apuesta por un bloque compacto y la confianza en jugadores experimentados han sido claves en la consecución del objetivo.

Un reto superado con nota

El Alavés ha superado una temporada complicada, en la que la permanencia se ha decidido en las últimas jornadas. La gestión de Coudet, su capacidad para mantener al grupo unido y competitivo, y la respuesta de jugadores clave como Kike García han sido determinantes para que el club vitoriano siga un año más en la élite del fútbol español