El calendario deparó que el FC Barcelona disputase el último choque antes del parón de noviembre fuera de casa, en Anoeta, y que tras la vuelta, también hiciese de visitante en Balaídos. Pues bien, los de Flick, con el empate ante el Celta este pasado sábado, choque destacado del boleto de La Quiniela, suman dos tropiezos consecutivos.
Y es que la derrota ante la Real Sociedad hizo tambalearse por primera vez este curso, más allá de la sorpresa ante Osasuna, al club azulgrana. Que de venir arrollando en los últimos duelos, volvió a la vida terrenal para verse superado por los de Imanol. Parecía que cambiarían las cosas tras el parón y retomar la competición doméstica, pero nada de eso. El Barcelona desaprovechó una ventaja de 0-2, con los goles de Raphinha en la primera mitad y Lewandowski en la segunda, para terminar dejándose dos puntos más en el feudo celeste.
Esto se traduce en 1 punto de los últimos 6 y también en reducir su ventaja en lo alto de la tabla, que era muy importante, hasta la mínima expresión. Mientras Real Madrid y Atlético cotizan al alza en las últimas semanas, pese a las dudas generadas, lo que antes le salía a los azulgranas ahora se convierte en problema y devuelve la emoción a la competición doméstica.
Primero tocará a los de Flick hacer frente al sorprendente Stade Brestois en Champions para después intentar volver a la senda del triunfo ante un Las Palmas de Diego Martínez, que quiere hacer daño aprovechando el actual rendimiento de los azulgrana.