El Atlético de Madrid afronta un verano atípico, marcado por la celebración del Mundial de Clubes de la FIFA en Estados Unidos y la necesidad de preparar la plantilla para una competición exigente y un calendario internacional especialmente denso. Sin embargo, el club rojiblanco ha optado por una estrategia prudente y conservadora en el mercado de fichajes, apostando por la estabilidad y la continuidad antes que por grandes movimientos mediáticos.

Renovaciones y continuidad como prioridad

En lo que va de verano, el Atlético ha centrado sus esfuerzos en renovar a dos de sus grandes referentes: Antoine Griezmann y Koke Resurrección. Ambas renovaciones, más allá de su valor simbólico y deportivo, responden a una estrategia financiera que busca aliviar las cuentas y generar margen salarial para futuras incorporaciones. Griezmann y Koke han aceptado dividir sus salarios en dos temporadas, lo que permite al club acomodar mejor los números y prepararse para futuros fichajes de primer nivel.

La renovación de Rodrigo De Paul también está en marcha, aunque aún no se ha hecho oficial, lo que refuerza la apuesta del Atlético por mantener el núcleo de su plantilla y asegurar la continuidad de sus líderes.

Cesiones que se convierten en incorporaciones

El Atlético ha aprovechado la situación de jugadores que ya estaban en el club en calidad de cedidos para asegurar su continuidad. Es el caso de Clément Lenglet, que tras rescindir su contrato con el Barcelona ha firmado en propiedad con el Atlético hasta 2028, y de Juan Musso, cuyo fichaje en propiedad también ha sido confirmado tras su cesión. Estas operaciones, aunque no suponen grandes desembolsos, fortalecen la defensa y la portería colchonera, dos áreas clave para Simeone.

Fichajes que se hacen de rogar

Pese a los rumores y la ambición declarada de la dirección deportiva por fichar jugadores de primer nivel, el Atlético ha decidido posponer la llegada de nuevos refuerzos hasta después del Mundial de Clubes. Nombres como Álex Baena, Cristian ‘Cuti’ Romero, David Hancko y Viktor Gyökeres siguen en la agenda, pero su fichaje no se materializará hasta que el club concluya su participación en el torneo internacional.

Esta decisión responde a la necesidad de centrar todos los recursos y la atención en la competición, así como a la situación excepcional de tener a once jugadores convocados con sus selecciones y una plantilla mermada durante la preparación para el Mundial. El Atlético no quiere arriesgarse a incorporar nuevos jugadores sin que estos puedan adaptarse al grupo y al sistema de Simeone antes de la competición.

Recuerda que el Mundial de Clubes se disputa en La Quiniela este próximo fin de semana.