El FC Barcelona llega al parón de selecciones a tres puntos del Real Madrid, pero más allá de distanciarse del club blanco a Xavi le preocupa y mucho la pérdida de solidez defensiva.

Basta con mirar a las estadísticas para encontrar el problema. Los azulgranas levantaron el título de LaLiga el pasado año, en gran parte por ser el equipo que menos goles concedía del campeonato. Pero este curso las cosas no están saliendo igual. En las 9 primeras jornadas ha encajado 10 goles, mismos tantos que recibió el pasado curso tras 31 jornadas disputadas.

Evidentemente nada se le puede reprochar a Ter Stegen, que con sus actuaciones salva más puntos de los que pierde para los azulgranas, muy despistados últimamente en labores defensivas. El portero penalizó a los suyos en Mallorca, pero ante el Granada nada pudo hacer ante la pasividad de sus compañeros como Gavi, señalado en Los Cármenes.

Sea como sea, Xavi ha tenido que cambiar su sistema, y aunque con Cancelo, Gündogan y Joao Félix se crea mucho más en ataque, lo cierto es que con dos carrileros ofensivos, la línea de centrales debe combinar a la perfección para evitar fisuras en el planteamiento, precisamente algo que están aprovechando los rivales para hacer daño a los azulgranas.

Punto clave es no tener un pivote realmente defensivo como lo era Busquets, y es que el ahora jugador del Inter de Miami era «otro» central cuando no estaba creando juego. Toca ajustar la estrategia y sobre todo, no despistarse un segundo, porque todos los rivales, desde el más pequeño al más grande pueden hacerte gol cuando menos te lo esperas.