El Celta de Vigo vive un momento dulce. El equipo de Claudio Giráldez suma ya cuatro triunfos consecutivos en sus últimos cuatro compromisos oficiales: dos recientes en LaLiga, primero derrotando a Osasuna (su primer triunfo en la temporada) y este fin de semana al Levante (2-3), además de las victorias en Europa y Copa del Rey, resultando en un pleno de victorias que han devuelto la confianza y la ilusión a Balaídos.
La senda del éxito para el Celta
Este recorrido victorioso refleja un trabajo serio, de equipo compacto y con importante contribución de jugadores como Ferran Jutglà, máximo artillero, y el veteranísimo Iago Aspas, símbolo de la identidad céltica. Su defensa mejora notablemente y su transición ofensiva se ha vuelto más vertical y efectiva, con partidos donde han mostrado carácter y futbol de alto nivel.
Próximo reto: Balaídos, escenario favorable para el Celta ante Barcelona
El siguiente compromiso es de máxima exigencia: el jueves visitan al Dinamo Zagreb en Europa, y tras ese envite, regresa LaLiga con la visita a Balaídos del FC Barcelona, el rival al que se medirá en un duelo cargado de historia y rivalidad, y uno de los más destacados del boleto de La Quiniela.
Las estadísticas son claras y alentadoras para el Celta en Balaídos ante el gigante catalán: en los últimos cuatro enfrentamientos en su casa han puntuado en tres ocasiones, con dos victorias inolvidables y un empate disputado, una señal de que el feudo gallego es un terreno complicado incluso para un equipo tan poderoso como el Barça de Hansi Flick.
El impulso y los retos del Celta
Esta racha de victorias consecutivas ha reinventado al equipo gallego, después de un inicio complicado sin sumar de tres, que ya no solo lucha por la permanencia, sino que ahora apunta a mirar hacia arriba en la tabla. La suma de competiciones les permite consolidar un bloque que puede hacer soñar a su afición con desafíos mayores. El partido contra Barcelona será otro gran test que seguramente estará acompañado por el fervor y apoyo de su hinchada en Balaídos.
Con este impulso, el Celta encara la recta final del año con ilusión y ganas, decidido a continuar sumando y peleando con la energía que les ha caracterizado bajo el mando de Giráldez.