El Celta de Vigo es uno de los conjuntos más irregulares de esta temporada. Y es que aunque alejados de los puestos de descenso por un gran rendimiento en las primeras jornadas, el equipo todavía no está al 100% para pelear por cotas más altas como las posiciones europeas.

Y es que es la tónica que viene repitiéndose una y otra vez cada vez que el club gallego tiene la posibilidad de dar un salto en la tabla y colarse entre los seis primeros. Al final, en partidos clave termina tropezando y eso les está lastrando.

La última racha de resultados no es para nada destacable, con 1 victoria y 2 empates en los últimos 5 partidos, aunque encadenado 3 jornadas consecutivas sin ganar, siendo el último resultado una derrota en Cornellá ante un Espanyol en descenso.

MALOS NÚMEROS COMO VISITANTE

Las estadísticas en ocasiones no ayudan y es que mirando atrás en el tiempo, el Celta de Rafa Benítez presentaba mejores números que el de Giráldez, 5 puntos lejos de casa por los 4 actuales, que hacen del equipo gallego uno de los peores a domicilio.

Este fin de semana, el Celta se las verá con el Mallorca en Balaídos, donde el equipo se crece y hasta la fecha ha sumado 14 de sus 18 puntos. Volver a la senda de la victoria se antoja clave para relanzarse en la tabla e intentar pelear por un objetivo mayor al de la simple permanencia.