El Espanyol sumó otro punto más el pasado lunes, en su carrera por la salvación, ante un Girona en horas bajas. De no haber sido por un penalti que transformó Stuani, se hubieran quedado los tres puntos, y es que vencer en el campo perico está resultado realmente complicado.

Desde que lo hiciera el Sevilla allá por el mes de octubre consiguiendo un triunfo por 0-2, el Espanyol de Manolo González no ha vuelto a tocar la lona en casa, consiguiendo además tumbar a equipos como el Real Madrid, que llegó a Cornellá líder.

Ha ganado desde entonces a Celta, Valladolid y Real Madrid, empatando ante Osasuna, Valencia, Leganés, Athletic y Girona. Es decir, 8 encuentros invicto ante su público que le ha permitido sumar 14 puntos de 24 posibles como local.

Sin duda un registro óptimo para un equipo que durante la primera mitad del curso ocupaba uno de los puestos de descenso y que ahora parece tomar aire cada jornada para alejarse poco a poco del pozo.

Son 2 puntos por encima del descenso para el Espanyol, que no nos olvidemos cuenta con un partido menos en su cuenta particular, el anulado la semana pasada ante el Villarreal por el temporal. Por lo que los pericos podrían ampliar dicha ventaja en igualdad de partidos desde los 3 hasta los 5 puntos si logran puntuar en La Cerámica.

Esta jornada toca visitar a un Mallorca que se mantiene vivo en la pelea por Europa, en uno de los choques más atractivos del boleto de La Quiniela.