El RCD Espanyol volvió este curso a la élite después de pasar por el infierno de Segunda División, pero como no cambien pronto la dinámica de resultados actual, podría regresar antes de lo previsto a la División de Plata del fútbol español.
El conjunto perico es actualmente penúltimo clasificado con 10 puntos, uno más que el Valladolid, colista, aunque es cierto que cuenta con un partido menos en su haber. El problema es que la racha de cuatro derrotas consecutivas refleja el momento actual de la escuadra blanquiazul, que firma el peor dato de la competición doméstica teniendo en cuenta las últimas cuatro jornadas. Ni la escuadra de Pucela queda por debajo, ya que en este periodo han conseguido al menos un empate.
Manolo González está con la cuerda al cuello y es que se jugará ante el Celta, partido incluido en el boleto de La Quiniela del fin de semana, seguir al frente del equipo. Una derrota terminaría con el periplo del entrenador y además condicionaría el mercado de fichajes de invierno, en el que se esperan varias bajas y caras nuevas.
Volver a la senda del triunfo es obligado y es que el calendario les permite intentar la machada. Después del Celta tocará el Getafe, para luego encarrilar dos choques decisivos por la permanencia en Cornellá ante Getafe y Valencia. Se cerrará año natural ante Las Palmas. Cinco rivales directos por la salvación ante los que se puede acabar 2024 tomando aire o bien metidos de lleno en el pozo.