Puede ser el hecho de disputar Champions League por primera vez en su historia o por haber perdido al Pichichi de la pasada temporada, Dovbik, y a Savinho, pero lo que está claro es que el Girona no es el mismo equipo que deslumbró para terminar entre los cuatro primeros.

Se comenzó la temporada con muchas dudas, tanto en la competición doméstica como en la máxima competición europea, pero se logró remontar el vuelo. El problema es que con la primera victoria en Champions, también ha llegado la peor racha en LaLiga con dos derrotas consecutivas y ante rivales teóricamente asequibles: Las Palmas en descenso esta jornada y la anterior una Real Sociedad muy lejos de su mejor nivel.

Los de Míchel si que celebraron la victoria ante el Slovan de Bratislava, pero no pueden dejar de mirar a LaLiga si no quiere meterse en serios problemas. El calendario se aprieta y los de abajo están sumando poco a poco. El equipo de Montilivi suma 12 puntos, pero tras haber ganado Las Palmas, que sigue en descenso, se sitúa sólo 3 por debajo.

Antes del parón todo pasará por ganar los dos próximos encuentros, el de este sábado ante el Leganés en casa, choque destacado del boleto de La Quiniela, y otro ante el Getafe en el Coliseum, tras el choque de Champions ante el PSV. No sumar los 6 puntos sería complicado y más ante rivales que podrían darle caza o superarle en la tabla.