Los de Jagoba Arrasate rompen su mala dinámica con un triunfo vital (3-1) que les permite escalar posiciones. Los goles de Morlanes, Mascarell y Muriqi sentenciaron en el tramo final, aprovechando las derrotas de Osasuna y Valencia para poner tierra de por medio con el descenso.
Fran González /LaQuiniela.es
El RCD Mallorca necesitaba una tarde así. Tras semanas caminando por el alambre, el conjunto bermellón encontró este sábado en Son Moix el oxígeno que tanto le faltaba. En un duelo directo y cargado de tensión ante el Elche CF, los hombres de Jagoba Arrasate supieron sufrir para terminar imponiendo su ley (3-1) y dar un golpe sobre la mesa que vale mucho más que tres puntos: vale la tranquilidad de verse, por fin, fuera de la zona de peligro inmediato.
Reacción de orgullo tras el infortunio
El partido comenzó de cara para los locales con un tanto tempranero de Manu Morlanes a los cinco minutos, un gol que parecía presagiar una tarde plácida. Sin embargo, el miedo a ganar atenazó a un Mallorca que vio cómo el Elche, sin hacer demasiado ruido, igualaba la contienda en el 21′ gracias a un gol en propia puerta de Pablo Maffeo, fruto de la mala fortuna en una acción defensiva.
Con el 1-1, los fantasmas del pasado reciente sobrevolaron la isla. El equipo se atascó y el Elche amenazó con pescar en río revuelto. Pero este Mallorca tiene carácter, el que le imprime Arrasate desde la banda. Lejos de hundirse, el equipo supo madurar el encuentro y esperar su momento, que llegó en un desenlace fulgurante.
Diez minutos para cambiar la dinámica
Cuando el empate parecía inamovible, apareció la pegada. En el 82′, Omar Mascarell se vistió de héroe inesperado para devolver la ventaja a los locales, desatando la locura en la grada. Con el Elche volcado buscando la igualada, el «Pirata» Vedat Muriqi no faltó a su cita con el gol en el 89′, sentenciando el choque y asegurando una victoria balsámica.
Oro molido ante los tropiezos rivales
La victoria tiene un valor doble si miramos la clasificación. El Mallorca no solo suma 17 puntos para «salir del pozo» y colocarse 14º, sino que lo hace en una jornada redonda para sus intereses. Los bermellones han sabido capitalizar a la perfección los tropiezos de sus rivales directos: la derrota de Osasuna en Barcelona (2-0) y la caída del Valencia en el Metropolitano ante el Atlético (2-1).
De estar con el agua al cuello, el Mallorca pasa a respirar con cierto margen, dejando a estos rivales clavados en los 15 puntos. Arrasate y los suyos miran ahora el futuro con otro optimismo, confiando en que este triunfo sea el punto de inflexión definitivo para dejar de mirar hacia abajo y empezar a escalar peldaños en LaLiga.
Partido decisivo ante el Valencia
La próxima jornada, el Mallorca visita a el Valencia en Mestalla, partido destacado del boleto de La Quiniela, y que sin duda puede ser un antes y después para los bermellones. Ganar en el feudo blanquinegro les daría un enorme empujón para cerrar 2025, mirando hacia arriba, y dejando muy tocado a los de Corberán, rival directo en estos momentos por la permanencia.