Los carbayones tocaron fondo tras ser goleados en Sevilla (4-0) y ven la permanencia a cinco puntos. Con los peores números ofensivos de LaLiga y una defensa que hace aguas, el equipo asturiano afronta el duelo ante el Celta como una final anticipada para no condenarse antes de enero. Partido que terminó con la segunda etapa de Carrión en el banquillo.

Fran González/ LaQuiniela.es

En el fútbol, cuando los números hablan, las excusas sobran, y los números del Real Oviedo gritan auxilio. La contundente derrota de este pasado fin de semana en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante el Sevilla ha terminado de destapar las vergüenzas de un equipo que se desangra. Los cuatro goles encajados en Nervión no son un accidente, sino la confirmación de una tendencia suicida: el Oviedo es hoy el segundo equipo que más encaja y el que menos marca de toda la categoría, con 26 goles recibidos por 7 goles anotados. Por esto se decidió prescindir de Carrión y apostar por Guillermo Almada, hasta el pasado fin de semana técnico del Real Valladolid en Segunda División.

Con el ecuador de la competición asomando en el horizonte, la situación es de emergencia nacional en el Principado. La salvación se aleja ya a cinco puntos, una distancia que empieza a parecer un abismo para un conjunto que ha perdido la brújula competitiva. Si no hay un volantazo radical, el retorno a la División de Plata dejará de ser un miedo para convertirse en una condena anticipada.

Una «utopía» llamada permanencia

Mantener la categoría con este rendimiento empieza a sonar a quimera. El equipo no tiene pegada —es el menos goleador con diferencia— y, para colmo, ha perdido la solidez que se le presupone a cualquier aspirante a la salvación. En Sevilla, la defensa fue un juguete roto, incapaz de frenar el vendaval local.

En los despachos del Carlos Tartiere el teléfono echa humo. El futuro del banquillo es una incógnita y no ha gustado la contratación del nuevo míster, y todas las miradas apuntan ya al mercado de invierno como única tabla de salvación. Se necesitan fichajes de renombre, futbolistas que lleguen y rindan desde el minuto uno, porque el margen de error para experimentos se agotó hace semanas.

Celta: La primera final a vida o muerte

No hay tiempo para lamerse las heridas. El calendario ofrece una oportunidad de redención que tiene aroma de ultimátum. Esta jornada, el Oviedo recibe al RC Celta en lo que será uno de los partidos destacados del boleto de La Quiniela.

Ya no valen las buenas sensaciones ni los «casi». Ante los gallegos, solo sirve ganar. Una nueva derrota no solo hundiría moralmente al equipo, sino que podría detonar decisiones drásticas en la dirección técnica y deportiva. El Tartiere dictará sentencia: o reacción inmediata o el sueño de Primera se convertirá en pesadilla antes de Navidad.