El Valencia CF prometía estar en la pelea por Europa tras firmar una gran primera parte del curso y comenzar de igual forma la segunda, pero en el momento decisivo de la temporada se apagó.

El equipo de Baraja, que llegó a estar séptimo e incluso dispuesto a pelear por la sexta plaza, perdió los duelos claves en los que no se esperaba que fallase, lo que sumado a un balance de cuatro derrotas y un empate en los cinco últimos partidos condenó al equipo blanquinegro, que incluso podría caer en la última jornada del campeonato hasta la décima plaza, siempre que pierdan ante el Celta en Balaídos y el Alavés gana a Las Palmas.

Mal final de curso para el Valencia y sobre todo dejando un mal sabor de boca en la plantilla y en Baraja, que logró sacar petróleo de los canteranos y de los pocos refuerzos que llegaron, pero que en la recta final se quedaron sin gasolina.

Nueva temporada sin Europa, y ya son muchas, con el público alejado del equipo por la gestión de Peter Lim, y muchas pero muchas dudas con respecto al próximo proyecto deportivo.