El Valencia CF atraviesa uno de los momentos más delicados de la era Carlos Corberán. El conjunto che suma cinco partidos consecutivos sin conocer la victoria, una racha que lo ha hecho perder impulso en LaLiga EA Sports y que se traduce en apenas dos puntos de los últimos 15 en juego —resultado de dos empates y tres derrotas—, y que lo deja muy próximo a los puestos de descenso, de los que se separa por un único punto.
De la solidez al desconcierto
El equipo, que comenzó el curso con buenas sensaciones, ha ido perdiendo fiabilidad conforme han avanzado las jornadas. Las transiciones defensivas se resienten, la falta de gol pesa y las desconexiones en los minutos finales han penalizado duramente. Los números lo reflejan: lejos de Mestalla, el conjunto valencianista solo ha sumado un punto de 12 posibles, con un preocupante promedio de 2,75 goles encajados por partido como visitante.
Corberán, consciente de la urgencia, reconoció tras el último empate que “la falta de regularidad está costando puntos”. Y tiene razón. El Valencia es competitivo durante largos tramos de los partidos, pero sufre para transformar esa entrega en victorias en un calendario implacable.
Un reto mayúsculo: el Real Madrid en el Bernabéu
El próximo desafío no es menor. El Valencia visita este fin de semana el Santiago Bernabéu en uno de los partidos destacados del boleto de La Quiniela, consciente de que enfrente estará el líder imbatible de Xabi Alonso. Sin embargo, hay un dato que alimenta la esperanza: la pasada temporada, los blanquinegros ganaron en el feudo blanco, rompiendo una racha de 17 años sin hacerlo. Aquel triunfo histórico (0-1) fue posible gracias a un planteamiento sólido y a una actuación memorable de Mamardashvili bajo los palos, pero ahora el meta georgiano no está y las cosas no funcionan igual tras perder un gran número de efectivos en el pasado mercado estival.
Volver a creer desde la experiencia
Esa victoria en el Bernabéu sirve hoy de motivación para un grupo que necesita reencontrarse consigo mismo. Futbolistas como Hugo Duro, Gayà y Diego López se han erigido en referentes de carácter, pero el equipo requiere más contundencia y confianza para romper la dinámica negativa.
Carlos Corberán mantiene su discurso sereno y constructivo. Afirma que “el Valencia está cerca de recuperar los resultados” y que “el trabajo diario acabará recompensando la entrega del grupo”. Lo cierto es que la afición busca respuestas y victorias, consciente de que cada punto cuenta para no ver cómo el equipo se queda atrapado en la zona media-baja de la tabla.
Mestalla mira con preocupación, pero también con fe
El próximo duelo en Madrid marcará el pulso emocional del equipo. Si logra puntuar, el Valencia podría encontrar el impulso necesario para reengancharse a la lucha por los puestos tranquilos. Pero una nueva derrota agravaría una racha que ya inquieta a Mestalla.
En esta montaña rusa que ha sido el fútbol valencianista en los últimos años, el reto no es menor: frenar la caída y recuperar la identidad. Y hacerlo nada menos que ante el líder, en un escenario donde la historia reciente recuerda que sí, se puede ganar.