Este sábado, el Estadio Carlos Tartiere de Oviedo será el escenario de una final con sabor a historia: el Real Oviedo y el CD Mirandés disputan la vuelta de la final del playoff de ascenso a Primera División, con el último billete para la máxima categoría del fútbol español en juego. El Mirandés llega a la cita con la mínima ventaja del 1-0 logrado en la ida, pero todo está por decidir en un partido que promete tensión, emoción y un ambiente inolvidable.
Ventaja mínima para el Mirandés
El Mirandés, que nunca ha militado en Primera División, logró una victoria clave en Anduva gracias al gol tempranero de Alberto Reina y a la heroica actuación de su portero Raúl Fernández, quien atajó un penalti crucial en los minutos finales. El conjunto burgalés, dirigido por Lisci, llega a Oviedo con la ilusión de hacer historia y el sueño de debutar en la élite del fútbol español. Sin embargo, la ventaja es mínima y no garantiza nada, pues el Oviedo tiene argumentos para dar la vuelta a la eliminatoria.
El Oviedo, con todo a favor
El Real Oviedo recibe al Mirandés en su feudo, donde espera una afición entregada y un ambiente que promete ser infernal. Los asturianos, que no pisan Primera desde la temporada 2000/2001, saben que la victoria les devolvería a la élite tras más de dos décadas de ausencia. Además, cuentan con una ventaja reglamentaria: si el partido termina con empate en el global de la eliminatoria tras 180 minutos y prórroga, el Oviedo ascenderá automáticamente, sin necesidad de penaltis, por haber terminado mejor clasificado en la liga regular.
Esto significa que el Oviedo solo necesita marcar un gol y mantener la diferencia para forzar el empate global y asegurar el ascenso. El factor campo, la motivación de la afición y la experiencia en partidos decisivos pueden ser claves para que los carbayones logren el objetivo.
Un partido de emociones y tensiones
La final promete ser un duelo de nervios, donde la solidez defensiva del Mirandés se enfrentará al ímpetu ofensivo del Oviedo, que buscará desde el primer minuto la remontada. El estadio estará lleno y la ciudad vivirá el partido con la ilusión de un ascenso histórico. Para el Mirandés, la misión es clara: resistir y aprovechar cualquier ocasión para sellar su sueño. Para el Oviedo, la tarea es remontar y volver a la élite del fútbol español.
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