Toni Kroos se despidió del Santiago Bernabéu para colgar las botas con el Real Madrid. En el partido que decidía el pleno al quince de La Quiniela ante el Real Betis, que finalizó con empate a cero, el alemán salió ovacionado del feudo blanco, pero aún no ha dado su último servicio.
Y es que en LaLiga todo se ha terminado, pero el club de Chamartín disputará el próximo sábado la final de la Champions League ante el Borussia Dortmund, partido que también decidirá el próximo pleno al quince de La Quiniela.
Kroos quiere que su despedida del Real Madrid sea por todo lo alto y es que quiere volver a la capital tras su viaje a Wembley para celebrar con todos en Cibeles la décimo quinta Champions, su sexta concretamente, una gesta al alcance de muy pocos afortunados, concretamente Paco Gento, único que posee seis orejonas, y al que podría alcanzar el alemán con algunos de sus compañeros como Nacho, Carvajal y Modric.
Ante el Betis, Kroos demostró que su salida es una decisión personal única y estrictamente por un tema de decir adiós en el zénit de su carrera y antes de ser un habitual en el banquillo por el mero hecho de que la edad no perdona. Pero tiene mucho fútbol para dar y mostrar, y apunta a ser clave para que el Real Madrid pueda conseguir el último título en juego de la temporada. Sin duda, un adiós que podría endulzarse haciendo historia.