El Real Oviedo se ha instalado en el último puesto de la tabla de LaLiga EA Sports, y los números lo retratan como el peor equipo de la competición tras el primer tercio de liga. La aventura de los asturianos en Primera está siendo un vía crucis: el equipo dirigido por Luis Carrión no logra encontrar una versión competitiva y cada partido ratifica las grandes limitaciones de una plantilla que, de momento, parece corta de calidad y profundidad para la máxima categoría.
Incapacidad para competir y una plantilla “justa”
Las derrotas se suceden y las sensaciones apenas cambian: el Real Oviedo es un equipo “justo”, especialmente en ataque. Jugadores como Salomón Rondón, Fede Viñas y Alex Forés no terminan de ser ese salto diferencial y, aunque Rondón ha sido el máximo goleador hasta ahora, el potencial ofensivo se revela escaso para competir con garantías ante las mejores defensas de Primera.
En los partidos, el equipo muestra esfuerzo y garra pero tropieza una y otra vez en las áreas. Ni las llegadas de futbolistas experimentados como Eric Bailly, Luka Ilic o David Carmo han servido para consolidar un bloque que genera pocas ocasiones claras y que sufre para dar continuidad a las jugadas de ataque.
La Primera, un reto que por ahora le supera
En defensa, el equipo mantiene cierta solidez en momentos puntuales, pero el sistema se rompe ante equipos que le exigen constancia y calidad, mostrando la brecha que existe entre un recién ascendido y los proyectos consolidados. Las estadísticas son demoledoras: el Oviedo es el que menos goles marca, el que menos inquieta a las defensas rivales y también el menos peligroso a balón parado.
Si no hay reacción inmediata, el proyecto puede verse condenado a una lucha amarga por evitar el descenso, incluso antes de llegar al ecuador del curso. De momento, la afición resiste y anima, pero la sensación compartida es que la plantilla necesita mucho más para pelear cada jornada con opciones reales.
La Quiniela se cita con el Mundial
Este parón se acompaña de una Quiniela especial, en la que se incluyen los mejores partidos clasificatorios para el Mundial 2026. Encuentros clave para las grandes estrellas internacionales y que completan un boleto donde la emoción va más allá de la competición doméstica.