Valencia acoge una final por la supervivencia en pleno diciembre. El colista recibe a una Real en caída libre (tres derrotas seguidas) en un choque dramático donde perder significa asomarse al abismo. Es el partido del miedo, un triple de manual en La Quiniela donde se juega con fuego.
Fran González/LaQuiniela.es
Hay partidos que se juegan con el balón y otros que se juegan con el corazón en la garganta. El Levante – Real Sociedad de este fin de semana pertenece a la segunda categoría. El Ciutat de València será el escenario de un drama deportivo en el que dos equipos con el agua al cuello buscan desesperadamente una bombona de oxígeno. Para uno será «aire»; para el otro, «drama» absoluto.
Levante: El «ahora o nunca» del colista
Para el conjunto granota, las cuentas son tan simples como crueles: ganar o morir. Hundido en la última plaza de la tabla, el Levante no puede permitirse dejar escapar más puntos de su feudo. Cada jornada que pasa sin sumar de a tres es una palada más de tierra sobre sus opciones de permanencia. Álvaro del Moral busca el cambio, tras haber cogido el equipo tras la destitución de Calero.
El equipo llega con la necesidad imperiosa de hacerse fuerte en casa. La afición lo sabe y el vestuario también: si no empiezan a convertir el Ciutat en un fortín «desde ya», el billete a Segunda será una realidad matemática mucho antes de lo deseado. Ganar a la Real no solo son tres puntos, es demostrarse a sí mismos que la salvación es posible.
Real Sociedad: Prohibido fallar para no caer al infierno
En el bando donostiarra, la situación no es menos angustiosa. La Real Sociedad aterriza en Valencia sumida en una depresión futbolística de manual. Tras encadenar tres derrotas consecutivas, los fantasmas del inicio de curso han vuelto con más fuerza que nunca. El equipo de Sergio Francisco se ha olvidado de ganar, y lo que es peor, ha perdido la confianza.
La clasificación no engaña: con solo un punto de margen sobre el descenso, una derrota ante el colista podría ser catastrófica. Si la Real cae en el Ciutat, la opción de terminar la jornada en puestos de descenso dejaría de ser una hipótesis para convertirse en una amenaza real y tangible. Perder contra el último sería el golpe de gracia para un proyecto que se tambalea.
Un Triple de Manual (1X2)
Este enfrentamiento es, sin duda, uno de los grandes atractivos del boleto de La Quiniela. No por el brillo del juego, sino por la incertidumbre del resultado. Es un partido de triple (1X2) donde cualquier desenlace es posible:
- El 1 por la desesperación local.
- La X por el miedo de ambos a perder.
- El 2 por la mayor calidad teórica de la plantilla realista.
En el Ciutat no solo se juegan tres puntos; se juega el futuro inmediato de dos equipos que no esperaban verse en esta situación. Quien pierda, saldrá muy tocado. Quien gane, podrá respirar… al menos una semana más.