Uno de los jugadores que salió mal parado por prensa y aficionados tras la debacle ante el Barcelona fue Kylian Mbappé. El delantero erró muchísimas ocasiones claras durante la primera mitad del Clásico y otra cuando el equipo buscaba la remontada, que no son propias de un futbolista de su nivel.
Más allá del posicionamiento, ya que vio como dos goles le eran anulados por posiciones incorrectas, en el resto de jugadas, incluidos tres mano a mano fáciles ante Iñaki Peña, el jugador galo falló estrepitosamente.
Por el contrario, tuvo que ver como Robert Lewandowski anotaba un doblete para alejarse aún más en lo alto de la clasificación de máximos goleadores, y es que el polaco le aventaja ya en 8 dianas, 14 por 6 del francés.
Si al inicio del curso se le justificaba al no haber tenido pretemporada y estar falto de ritmo, después de la jornada 11 y cuando se ha disputado un cuarto de la presente campaña, las excusas se han acabado.
El futbolista llamado a mandar en el fútbol mundial y liderar al Real Madrid está en estos momentos muy lejos de dicha acción y son muchos lo que exigen más al delantero francés.
La próxima jornada, el Real Madrid visita Mestalla para medirse a un Valencia necesitado y que siempre lo da todo ante la escuadra blanca, en uno de los choques destacados del boleto de La Quiniela. Momento óptimo para Mbappé para sacar las garras y tratar de recuperar sensaciones.
Las estadísticas reflejan que nunca antes en la carrera del delantero blanco, ni en el Mónaco ni el PSG, había firmado tan pocos goles con tantas ocasiones creadas y disparos realizados. El problema de efectividad es realmente preocupante.