El que fuera considerado uno de los fichajes más rentables del Barcelona este pasado verano, ha ido de más a menos desde que aterrizó procedente del Girona. El centrocampista, que fue el mejor en la pretemporada y también en los primeros duelos del curso, se ha diluido con el paso de las jornadas.

Su juego que deslumbraba en sus primeros compases como azulgrana, ha desaparecido después de que Xavi modifique su esquema para dar entrada a Gündogan.

El pivote ha experimentado un bajón de rendimiento destacable, perdiendo un gran número de balones en los últimos duelos, además de rebajas sus estadísticas en recuperaciones.

La sombra de Busquets es muy grande y sin duda, le está pasando factura al canterano, que volvió este verano a la que fuera su casa para desempeñar un papel importante pero el peso de la mochila que lleva a su espalda le impide ofrecer su mejor versión.

Con De Jong y Pedri en el dique seco, Oriol Romeu aún tiene garantizada la titularidad, pero una vez regresen ambos podría peligrar su presencia en el once de mantener su actual rendimiento.

Esta jornada, el Barcelona se enfrenta al Granada en uno de los choques destacados del boleto de La Quiniela.