El fútbol tiene estas cosas: hace apenas unas semanas, tanto Valencia como Espanyol parecían condenados a pelear por la permanencia en LaLiga. Sin embargo, el calendario, el cambio de mentalidad y una racha positiva de resultados han dado un giro de 180 grados a su temporada. Este martes 22 de abril, ambos equipos se ven las caras en Mestalla en un partido destacado del boleto de La Quiniela, que, lejos de ser un drama por el descenso, se ha transformado en una auténtica final por engancharse a la lucha por los puestos europeos, concretamente la Conference League.

El resurgir de dos históricos

El Valencia, bajo la batuta de Carlos Corberán, ha protagonizado una de las historias más sorprendentes del curso. Tras rozar el abismo, la llegada del técnico español ha cambiado la mentalidad del vestuario, apostando por una defensa sólida y transiciones rápidas que han dado frutos inmediatos. La histórica victoria en el Santiago Bernabéu, tras 17 años sin ganar allí, ha sido el punto de inflexión para un equipo que ahora mira hacia arriba en la tabla y se encuentra a tiro del octavo puesto, que podría dar acceso a Europa si el campeón de Copa ya está clasificado por LaLiga.

Por su parte, el Espanyol ha seguido una trayectoria similar. Los de Barcelona han pasado de mirar de reojo el descenso a ilusionarse con la posibilidad de entrar en Conference League. Además, los pericos cuentan con un partido menos que sus rivales directos, lo que convierte este duelo en Mestalla en una auténtica “final de seis puntos” para sus aspiraciones europeas.

La tabla, más apretada que nunca

A falta de pocas jornadas para el final, la clasificación está al rojo vivo. Valencia y Espanyol llegan igualados a 38 puntos, aunque los valencianistas han disputado un partido más. El octavo puesto, ocupado por el Celta (43), está muy cerca, y el margen de error es mínimo para ambos equipos.

Un duelo de tendencias y confianza

El Valencia llega con la moral por las nubes tras su resurgir, con jugadores como Mamardashvili, Hugo Duro y André Almeida en gran estado de forma. El Espanyol, por su parte, sabe que sumar en Mestalla y aprovechar su partido pendiente puede meterle de lleno en la pelea europea, algo impensable hace solo un mes.

Los enfrentamientos recientes entre ambos reflejan la igualdad: los últimos cinco partidos han acabado en empate o con victorias por la mínima, lo que anticipa un choque tenso y muy disputado.

Claves del partido

  • Valencia: Juega en casa, llega en buena dinámica y ha recuperado confianza y solidez defensiva.
  • Espanyol: Tiene la oportunidad de oro de dar un golpe en la mesa y, con un partido menos, salir muy reforzado de Mestalla.
  • Conference League: El octavo puesto está más abierto que nunca y este partido puede ser decisivo para el desenlace final.

Un Mestalla con ilusión renovada

La afición valencianista, acostumbrada a años de incertidumbre y reconstrucción, vuelve a ilusionarse con la posibilidad de regresar a Europa, aunque sea por la puerta de la Conference League. Para el Espanyol, el sueño europeo pasa por Mestalla y por aprovechar su calendario pendiente.