Tras perder la Supercopa de España y ser eliminado de la Copa del Rey, el FC Barcelona intentará hacer todo lo posible por conseguir alguno de los dos títulos en los que sigue vivo: LaLiga y la Champions League.

El problema es que el equipo no está del todo fino y además en LaLiga tendrían que pinchar tanto Real Madrid como Girona, y el Barcelona no ceder más puntos. Con respecto a la máxima competición europea, toca primero el Nápoles, un rival que sin duda se lo pondrá complicado a los de Xavi, que de no conseguir un título dejará el banquillo azulgrana, como confirmó tras la debacle en San Mamés.

El técnico ya presenta los peores datos de derrotas de cualquier míster que haya pasado por el club catalán y salvo que levante algún título, y a lo mejor tampoco le vale, podría estar ante sus últimos meses al frente del conjunto culé. De llegar como salvador y conseguir el pasado curso dos títulos, Supercopa y LaLiga, parece que ni el plantel ni sus esquemas están al nivel esperado.

A todo esto hay que sumar los problemas financieros que están impidiendo sumar nuevos jugadores, o al menos de primera categoría. Y si además le sumamos las lesiones de Gavi y Ter Stegen, entre otros, aún se complican más las cosas para Xavi.

Este fin de semana, el Barcelona se las verá contra el Villarreal, destacado del boleto de La Quiniela, un partido trampa y para el que tendrán que llegar descansados los azulgranas, que vienen de una prórroga y un duelo de máxima exigencia ante los leones.